Elegir el calzado adecuado para entrenar en el gimnasio puede ser una de las decisiones más importantes para quienes buscan maximizar sus resultados y, al mismo tiempo, proteger su cuerpo. Aunque al principio este aspecto puede parecer secundario, a medida que progresas en tu rutina, notarás la diferencia que un buen par de zapatillas puede hacer en tu rendimiento. No se trata de moda ni de marca, sino de funcionalidad y seguridad. Aquí te ofrecemos una guía para entender mejor cuál es el calzado ideal para diferentes tipos de entrenamientos y por qué puede influir tanto en tu rendimiento.
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ToggleCuando alguien comienza a ir al gimnasio, es común que las primeras sesiones se hagan con cualquier tipo de calzado disponible, como zapatillas de running o deportivas estándar. Lo más importante, al inicio, es simplemente empezar a entrenar, superar la barrera de la constancia y no preocuparse en exceso por los detalles técnicos. No obstante, a medida que el cuerpo se adapta y los entrenamientos se vuelven más intensos, el calzado empieza a jugar un papel crucial en la estabilidad, la postura y, en última instancia, en la prevención de lesiones.
Estudios indican que un calzado inadecuado puede incrementar la carga en las articulaciones, especialmente en las rodillas y tobillos, lo que a largo plazo puede traducirse en molestias o incluso en lesiones más graves. A medida que te adentras en un programa de fuerza o resistencia, es conveniente empezar a considerar la posibilidad de utilizar un calzado específico que te brinde estabilidad y soporte, sobre todo en ejercicios de alta demanda muscular como las sentadillas o el peso muerto.
El entrenamiento con pesas, especialmente en ejercicios multiarticulares como las sentadillas, requiere una conexión firme con el suelo. Las zapatillas de suela plana, como las Vans o los Converse, son opciones populares por una razón muy sencilla: ofrecen una base estable y permiten un mejor control del movimiento.
Un estudio realizado por la Journal of Strength and Conditioning Research destaca que la estabilidad proporcionada por un calzado con suela plana mejora la distribución del peso en los pies, lo que permite una activación más eficiente de los músculos implicados en los levantamientos. Además, un calzado con mayor amortiguación, como el de las zapatillas de running, puede desestabilizar al levantar pesas, aumentando el riesgo de lesiones en la zona lumbar y rodillas. Es por esto que muchos profesionales e incluso aficionados optan por entrenar descalzos o con zapatos minimalistas, evitando el calzado que genere inestabilidad.
Un error muy habitual es usar zapatillas de running en entrenamientos de fuerza. Si bien estas zapatillas están diseñadas para amortiguar el impacto en ejercicios de carrera, esta misma amortiguación se convierte en un problema durante ejercicios de fuerza, ya que introduce una superficie inestable bajo los pies.
Este tipo de calzado está diseñado para absorber el impacto en cada zancada, pero cuando se usa para levantar pesas, esa amortiguación puede interferir con la estabilidad que necesitas. Para ejercicios de cardio, las zapatillas de running son ideales, pero para un entrenamiento de fuerza estructurado, lo mejor es buscar un calzado que te ofrezca una base sólida y firme.
Para quienes están más avanzados en el levantamiento de pesas, existen calzados diseñados específicamente para esta disciplina. Las zapatillas de halterofilia, por ejemplo, están construidas para ofrecer una suela completamente rígida y, en muchos casos, tienen un tacón elevado que ayuda a mejorar la movilidad de tobillos, lo que facilita movimientos como la sentadilla profunda.
Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine subraya que el uso de calzado especializado en halterofilia mejora significativamente la postura durante el levantamiento, especialmente en la fase de empuje y en ejercicios que requieren un rango de movimiento amplio, como los movimientos olímpicos. Sin embargo, esto no significa que sea obligatorio adquirir este tipo de calzado desde el principio. Lo fundamental es conocer las necesidades de tu cuerpo y optar por un calzado que te brinde estabilidad.
Es importante destacar que el hecho de no tener el calzado perfecto no debería ser una excusa para no entrenar. Muchas personas inician su camino en el gimnasio con el calzado que tienen a mano, y eso está bien. Lo principal es que sigas y mantengas la constancia. A medida que avances en tus entrenamientos y si las circunstancias lo permiten, puedes considerar la opción de invertir en un calzado más especializado, pero no es una prioridad para comenzar.
Además, existe una amplia gama de opciones asequibles que cumplen con los requisitos básicos para entrenar. Lo importante es no obsesionarse con los detalles y enfocarse en lo esencial: seguir entrenando con regularidad.
Afortunadamente, no es necesario gastar grandes sumas de dinero para conseguir un calzado adecuado para el gimnasio. Marcas como Converse o Vans ofrecen opciones asequibles que funcionan perfectamente para la mayoría de las rutinas de entrenamiento, especialmente en aquellos que requieren una suela plana. Aunque existen zapatillas más técnicas y costosas, como las específicas para halterofilia, lo importante es que el calzado brinde estabilidad, apoyo y comodidad.
Algunas tiendas especializadas ofrecen zapatillas de entrenamiento cruzado que proporcionan un equilibrio entre estabilidad y flexibilidad. Este tipo de zapatillas son recomendables si tu entrenamiento combina ejercicios de cardio, pesas y trabajo funcional.
El calzado ideal para el gimnasio no tiene por qué ser un obstáculo ni una inversión inicial obligatoria. Lo más importante es comenzar y mantener el enfoque en mejorar tu rendimiento y técnica. A medida que avances, el calzado adecuado podrá ayudarte a sacar el máximo provecho a tus entrenamientos, especialmente si te especializas en ejercicios de fuerza.
Recuerda, el esfuerzo, la dedicación y la constancia son lo que verdaderamente te llevarán a alcanzar tus metas. El calzado es solo una herramienta más en este camino, y siempre puedes ir mejorando tus opciones conforme te lo permitas.
1.Daniel J. Southwell, Shane A. Petersen, Tyson A.C. Beach, Ryan B. Graham,
The effects of squatting footwear on three-dimensional lower limb and spine kinetics,
Journal of Electromyography and Kinesiology,
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2.Legg HS, Glaister M, Cleather DJ, Goodwin JE. The effect of weightlifting shoes on the kinetics and kinematics of the back squat. J Sports Sci. 2017 Mar;35(5):508-515. doi: 10.1080/02640414.2016.1175652. Epub 2016 Apr 20. PMID: 27096286.